Juliana, la niña(o) coraje
Juliana: Ya no pude soportar ver cómo mi padrastro abusada de mi madre. Yo le decía que lo deje, pero seguramente por miedo no lo hacía. Yo sí me fui.
Yo: ¿A dónde fuiste?
Juliana: Sabía que mi hermano "Clavito" trabajaba en un sitio, que además daba un espacio para dormir y comida. Solo había un problema...
Yo: ¿Cuál?
Juliana: No aceptaban mujeres. Así que yo misma me corté el pelo y me robé una ropa del Pacho (su padrastro) para parecer hombre.
Yo: ¡Qué locura!, pero ¿por qué necesariamente ese trabajo?
Juliana: Estaba desesperada. Pero sabía que ahí trabajaba mi hermano y que yo podría vivir ahí también.
Yo: ¿Cómo fue ese primer día?
Juliana: Bueno, entré, dije que me llamaba Julián. Me acuerdo que mi hermano se aguantó la sorpresa. Don Pedro, que era el jefe, me preguntó qué sabía hacer y me hizo pasar una prueba.
Yo: ¿Una prueba? ¿De qué trataba?
Juliana: Tenía que simular mi trabajo en un micro. Primero saludar y de ahí cantar algo.
Yo: ¿Y cómo te fue?
Juliana: Bien. Al principio no le gustó que lo hiciera alegre, así que le dijo a uno de los niños que me enseñara. La idea era que demos pena. Entonces lo hice así y exageré la tristeza. Al final le gustó y le dio risa. Eso significó que ya estaba dentro. Luego le dijo a alguien que me sirviera quaker y "pan popular".
Yo: ¿Cómo fue trabajar allí con don Pedro?
Juliana: Mira, don Pedro era un explotador de niños y nos maltrataba de vez en cuando, pero, mal que mal, teníamos trabajo, donde dormir y comida segura.
Yo: ¿Te llevaste bien con todos?
Juliana: Con la mayoría. Había uno que sí me tenía entre ceja y ceja, "El Cobra". Es más, el fue el que me delató con don Pedro.
Yo: ¿Cómo así?
Juliana: Un día me escuchó hablando con "Clavito", le estaba contando de lo que había hablado con mi mamá, pero como Juliana y no como Julián. Y enseguida corrió a contárselo a don Pedro.
Yo: Y luego ¿qué pasó?
Juliana: Don Pedro comenzó a humillarme, así que no aguanté y le dije todas sus verdades, que era un explotador y demás. Sin darme cuenta tenía a todos los niños, menos a "El Cobra", apoyándome, todos con palos o algún arma para defendernos. Al final nos fuimos.
Yo: ¿Y a dónde se fueron?
Juliana: Caminamos hasta llegar a un barco abandonado que conocíamos y que nos sirvió de casa, por el momento.
Yo: ¿Qué planes a futuro?
Juliana: Me gustaría, nos gustaría con mis amigos, crear un hogar para todos los niños necesitados y así evitar la explotación y el maltrato infantil.
Yo: ¿También habrá quaker y pan popular para el desayuno?
Juliana: (sonriendo) Sí, pero también algo con qué rellenar el pan esta vez.
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