Gargamel, un alquimista con ambición

Yo: Buenas tardes, Gargamel. Qué gusto poder conversar con usted, sobre todo porque hace poco entrevisté a Papá Pitufo...

Gargamel: Sí la leí. Se ve que lo admiras bastante.

Yo: ¿No le parece alguien admirable desde el punto de vista de la organización de una comunidad?

G: Si para ti es admirable alguien que llegó de buenas a primeras con su ejército a invadir tierras que no son suyas y construir allí a su antojo, bien por ti pero yo no estoy de acuerdo.

Yo: Honestamente no sé del tema legal para la construcción, pero lo que yo reconozco es que consiga que tantas personas o criaturas convivan en una casi perfecta armonía.

G: Él es un explotador que vive a expensas de los pitufos sin mover un dedo.

Yo: Está claro que no se tomaría un café con él...

G: Yo no tendría ningún problema.

Yo: Pero él ha afirmado que se lo ha propuesto y que usted es el que no ha querido...

G: Mentira. Yo he dicho en reiteradas oportunidades que me indique cómo llegar a su aldea para que podamos conversar.

Yo: Bueno...es que sin ser un sabio, uno podría pensar que una vez en la aldea lo último que haría sería sentarse a charlar con Papá Pitufo, y más bien arrasaría con todo a su paso. ¿Por qué no un punto medio?

G: Porque no conozco un café en ningún punto medio.

Yo: Está claro que ese café en la aldea tendrá que esperar un tiempito más...Y cuéntenos, ¿a qué se dedica?

G: Me dedico a cuidar unas tierras que tengo y a la alquimia como aficionado.

Yo: Dicen por ahí que usted es un brujo que se dedica a la magia negra...

G: En serio ves mucha ciencia ficción. Yo lo que hago son experimentos relacionados a la alquimia.

Yo: ¿Entre esos experimentos podríamos encontrar la conversión de un elemento 'x' en oro?

G: Entre uno de ellos, sí.

Yo: Y los pitufos no son ingredientes para lograr esa conversión?

G: Insisto, deja de ver tanta película. Yo soy una persona religiosa que no le hago nada a nadie.

Yo: ¿Persona religiosa?

G: Por supuesto.

Yo: Ok. ¿Y a qué se dedica en sus tiempos libres?

G: Compartir con mi gato Azrael...Azrael por Israel. Ya ves que soy religioso, muchacho incrédulo. -confieso que no aguanté la risa-.

Yo: ¿Qué espera en un futuro?

G: Que se haga justicia y tenga todo lo que me merezco.

Yo: ¿Dinero?

G: Sí.

Yo: ¿Fama?

G: Así es.

Yo: ¿Oro?

G: Claro que sí.

Yo: ¿Pitufos para el oro?

G: ¡Ándate a la m...!

Yo: Para mí también fue un gusto.


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