El Ying y el Yang paternal

Yo: ¿Cómo acostumbra celebrar el Día del Padre?

Danny Tanner: Nos reunimos toda la familia, nos sentamos a la mesa y compartimos un delicioso almuerzo.

Yo: ¿Y usted, señor Bundy?

Al Bundy: Yo también me reúno con mi remedo de familia y compartimos el sonido de nuestras tripas por no tener nada que comer.

Yo: Señor Tanner, ¿debe ser difícil ser padre de tres niñas?

D.T: Sin duda, pero afortunadamente, luego del fallecimiento de mi esposa, conté con el apoyo incondicional de mi cuñado Jesse y de mi buen amigo Joey para criarlas de la mejor manera, pero sobre todo con mucho amor. 

Yo: ¿Y en su caso, señor Bundy?

A.B: El único apoyo que yo veo es el de las gordas que van a la zapatería a apoyar sus enormes traseros en los muebles para probarse zapatos que ni les entran en esos tamales que llaman pies.

Yo: Dios...¿Cuál de sus hijas es la que lo engríe más, señor Tanner?

D.T: Las tres son muy amorosas a pesar de los matices que encuentro en sus personalidades.

Yo: Qué miedo...¿señor Bundy?

A.B: La verdad es que cualquiera me vendería por un plato de frejoles, y no los juzgo, yo haría lo mismo.

Yo: Vamos, ¿nunca salen a pasear?

A.B: No, bueno sí. La bruja pelirroja va a pasear al centro comercial a gastarse lo poco que tenemos.

Yo: ¿Y sus hijos?

A.B: Bud sale a comprar libros.

Yo: ¿Libros? ¿Se prepara para la universidad?

A.B: No. Son para poder apilarlos, subirse en ellos y poder espiar a la vecina.

Yo: ¿Y Kelly?

A.B: A ella también le interesan los libros.

Yo: ¿Ella sí para estudiar?

A.B: No. Sale con el bibliotecario.

Yo: Señor Tanner, ¿su Día del Padre ideal?

D.T: Reunir a toda la familia, recordar momentos felices y que mi familia me brinde un cálido: ¡Feliz Día Papá!

Yo: ¿Su Día del Padre ideal, señor Bundy?

A.B: Que me abracen y me digan: ¡Te amamos papi!

Yo: ¿Su familia?

A.B: ¡Qué va!...las del bar nudista.